miércoles, 5 de diciembre de 2007

Árbol de Navidad

El Árbol de Navidad es un árbol decorativo, típico de la fiesta de Navidad. Suele ser una conífera de hoja perenne, aunque en la actualidad está muy popularizado el uso de árboles artificiales (de plástico). Se decora con elementos navideños como esferas, luces, estrellas y lazos.



El árbol mismo recuerda al árbol del Paraíso de cuyos frutos comieron Adán y Eva, y de donde vino el pecado original; y por lo tanto recuerda que Jesucristo vino a ser Mesías prometido para la reconciliación. La forma triangular del árbol (por ser generalmente una conífera), representa a la Santísima Trinidad. Los adornos simbolizan los dones de Dios a los hombres, mientras que la estrella representa a la de Belén. Ya que el árbol debe ser perenne, representa a la vida eterna.

Para los hombres los árboles tienen un significado muy especial. En todas la culturas encontramos que el árbol tiene cierto significado antropológico, místico y poético. Se le tiene cierta reverencia por los beneficios que aporta al hombre. Para algunas culturas el árbol tiene un significado místico ya que representa el medio la unión del cielo y la tierra: ahonda sus raíces en la tierra y se levanta hasta el cielo; por eso en muchas religiones, sobre todo en las orientales, el árbol es un signo de encuentro con lo sagrado, del encuentro del hombre con la divinidad y de la divinidad con el hombre. Es muy común el que los árboles estén relacionados con la fecundidad, el crecimiento, la sabiduría y la longevidad. En Mesoamérica el ahuehuete es considerado sagrado. Las tribus nórdicas europeas y americanas como los druidas, tenían árboles sagrados alrededor de los cuales se reunían para ritualmente entrar en comunión con Dios.

Dios se ha valido de la forma en que los hombres ven a los árboles para dar a conocer su plan de salvación particularmente cuando se trata del misterio de la encarnación del hijo de Dios para salvar al hombre. En primer lugar se asocia al árbol de Navidad con el árbol de la vida, que lucía en medio del Jardín del Edén y después de la caída desaparece; la fruta y las decoraciones nos recuerdan las gracias y dones que el hombre tenía cuando vivía en el Paraíso en completa amistad Dios. Por el nacimiento de Cristo, los hombres renacen y tienen acceso a la plenitud de la vida. El árbol de Navidad representa el haber recobrado dichos dones gracias al sacrificio de Jesucristo.

Los adornos del árbol y las luces que se encienden representan el nuevo estado paradisiaco que el amor de Cristo nos prepara. En la Biblia, el árbol aparece como un símbolo de la Vida, árbol que Dios coloca en medio del Paraíso como fuente de la inmortalidad (Gen 2, 9,3,22). Pero el árbol puede también simbolizar la falsa sabiduría, la soberbia y la muerte cuando el hombre se aparta de Dios (Gen 2, 16-ss) seducido por la apariencia engañosa de este árbol y comiendo su fruto (gen 3, 2-6).

Cuando los primeros cristianos llegaron al norte de Europa, descubrieron que sus habitantes celebraban el nacimiento de Frey, dios del sol y la fertilidad, adornando un árbol perenne, en la fecha próxima a la Navidad cristiana. Este árbol simbolizaba al árbol del Universo, llamado Divino Yggdrasil, en cuya copa se hallaba el Cielo: Asgard (la morada de los dioses) y el Valhalla (el Palacio de Odín); y en las raíces más profundas estaban los infiernos. Posteriormente con la evangelización de esos pueblos, los cristianos tomaron la idea del árbol cambiándole totalmente el significado.

Se dice que san Bonifacio, evangelizador de Alemania, tomó un hacha y cortó un árbol que representaba al Yggdrasil (aunque también pudo ser un árbol consagrado a Thor), y en su lugar plantó un pino que por ser perenne, símbolizó el amor de Dios, adornándolo con manzanas y velas; las manzanas simbolizaban el pecado original y las tentaciones, mientras que las velas representaban la luz de Jesucristo como luz del mundo. Conforme pasó el tiempo, las manzanas y las luces, se transformaron en esferas y otros adornos.

Otro origen del árbol está en la antigua creencia germana de que un árbol gigantesco sostenía el mundo y que en sus ramas estaban sostenidas las estrellas, la luna y el sol. (lo que explica la costumbre de poner a los árboles luces). Era también símbolo de la vida, por no perder en invierno su verde follaje cuando casi toda la naturaleza parece muerta. En algunas casas en los países nórdicos durante el invierto se cortaban algunas ramas y se le decoraba con pan, fruta y adornos brillantes para alegrar la vida de los habitantes de la casa mientras transcurría el invierno.



Los primeros documentos que nos hablan de la costumbre de colocar en Navidad árboles de abeto o de pino en las casas son del s. XVII y menciona a la región de Alsacia, tierra que se encuentra como Alemania y Francia. En los países nórdicos, en el s XVI, se empiezan a reunir las familias en torno a un árbol de Navidad. El día 24 los niños eran llevados a pasear o de día de campo, mientras los adultos colocaban y decoraban con dulces y juguetes el árbol; a su regreso los niños eran sorprendidos con el árbol y así daba inicio la celebración de la fiesta de Navidad. Esta costumbre cobra fuerza y se extiende como moda cuando la Reina Victoria de Inglaterra para celebrar la Navidad hace colocar un árbol en el palacio decorándolo con velitas que hacen relucir una serie de bellos y finos adornos.

Con el paso del tiempo, se agregó la tradición de poner regalos para los niños bajo el árbol, enviados por los Reyes Magos, Olentzero o Papa Noel dependiendo la leyenda del país donde se encuentre.



La Navidad en Nueva York se inicia oficialmente con el encendido del Árbol del Rockefeller Center. El Árbol de Navidad del Rockefeller Center es un Abeto Falso (Picea Noruego) de 50 años de edad, con una altura de 24 metros y 9 toneladas de peso, traído desde Manchester (Connecticut), y adornado con 30.000 luces de colores. Este año parece que el célebre árbol de navidad del Rockefeller Center va a consumir mucha menos electricidad estas navidades, en una imparable tendencia de la que no se escapan ni los semáforos. Así, el máximo regidor neoyorkino Michael Bloomberg anunció ayer que el famoso árbol contaría con cerca de 30.000 LEDs, con lo cual se reduciría el consumo de los 3.510 Kwh actuales a los 1.297 Kwh, lo que para que nos hagamos una idea, el ahorro es equivalente al consumo mensual de una casa convencional (norteamericana).

martes, 4 de diciembre de 2007

Belén

Llegadas a estas fechas ya se empiezan a llenar las cadenas de televisión de anuncions de juguetes, colonias, discos, turrón, las calles se engalanan con luces (que encienden demasiado pronto pero eso ya es otro tema...) y se nota que dentro de nada llega la Navidad.

En mi barrio ya hay gente que tiene la casa adornada (algunos en exceso) con guirnaldas, luces, estrellas, espumillón, etc. Y seguramente en sus casas tenga puestos árboles de navidad o belenes. Eso me ha llevado a preguntarme quien sería el primero en poner un belén o un árbol de navidad u otro tipo de decoración navideña. Así que estos días voy a ver si puedo contaros un poco sobre estas historias.

De momento el post de hoy está dedicado al belén o nacimiento. Ahí va un poco de historia ;)

Ya en el S.II se adoptaron temas del Nacimiento de Cristo, pudiendo apreciar algunas muestras de estas representaciones en la Catacumba de Priscila, en la que aparece por primera vez la Virgen con el Niño en brazos y a su lado el profeta Isaías apuntando con el dedo hacia una estrella.



Dice la historia que San Francisco de Asís tras su peregrinación a los Santos Lugares, celebra la Eucaristía en la nochebuena de 1223 en una cueva del pueblo italiano de Greccio, próximo al convento del Santo. Prepara una representación viviente de un pesebre con una mula y un buey, considerándose desde entonces esta representación como el origen del belenismo. Cuenta una leyenda que debido al frío un muñeco fue elegido para representar al niño Jesús y en la hora del nacimiento el muñeco empezó a llorar.

Como referencias más antiguas que tenemos respecto a los primero belenes que se realizaron en el mundo, citamos el que fuera realizado por Arnolfo di Cambio (Florencia 1289). Este arquitecto de la Catedral de Florencia talló figuras en mármol blanco, parte de las cuales se conservan aún en Santa María la Mayor de Roma.

Durante los siglos XIV y XV las iglesias italianas se llenan de hermosos belenes fijos, como los de Andrea della Robia en el Duomo de Valterra. Con el barroco se impulsó de forma definitiva la realización de belenes. El auge de la escultura y la incorporación del espacio escénico y los detalles introducen el belén en las casas señoriales. De estas a la burguesía y de aquí al pueblo, produciéndose un gran desarrollo en los siglos XVII y XVIII hasta nuestros días.

En España, el Belén es introducido por la orden franciscana en el siglo XV. Del siglo XVI todavía se conserva el Belén de Coral en el Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid, todas las figuras están talladas en coral, plata y bronce, desconociéndose su autor o autores.

Autores como Martínez Montañés en el siglo XVI, Luisa Roldán "La Roldana" en el siglo XVII, contribuyeron con sus esculturas al auge que posteriormente tomaría la instalación de belenes. Como anécdota de este siglo XVII, basta observar lo que en el inventario de bienes de Lope de Vega, consta las figuras de un belén que se ponía en su casa.

Carlos III, que había hecho del nacimiento una institución nacional en Italia mientras ocupó el trono de Nápoles, introdujo el arte del belenismo en España, encargando más de 200 figuras a los artistas valencianos José Estévez Bonet y José Ginés Marín y al imaginero murciano Salzillo, que construyeran figuras para una de las creaciones más queridas: "El belén del príncipe", para su hijo Carlos IV. Este belén se caracteriza por tener figuras de diferentes tamaños para una acertada perspectiva al ser colocadas. Aún se conservan muchas figuras en el Palacio Real. Como ocurrió en Italia arraigo en las costumbres populares.



Destacar también al imaginero murciano Francisco Salcillo (siglo XVIII) por sus aportaciones al belenismo en España. Un monumental belén encargado por el Marqués de Riquelme con más de 900 figuras que se conserva casi completo en el Museo Salcillo de Murcia.

Los impulsores y artesanos más importantes de la historia del belenismo en España, desde el origen del belén hasta nuestros días, son entre otros Fray Eugenio de Torices, La Roldana, Carlos III, Francisco Salzillo, la escuela murciana, la escuela de Olot, la escuela granadina y la jerezana.. Desde los primeros belenes españoles, la ejecución material de las figurillas tiene una tendencia especial, "la policromía" sobre madera o barro, empleándose lienzo en algunas de ellas como en la escuela murciana.

Actualmente existen muy buenos imagineros en España , como José Luís Mayo Lebrija, Martín Castells y Martí, los murcianos José Nicolás Almansa, los hermanos Griñán, Serrano, Amo ,Guillén, Galán ,Amo, Decorate y otros, en Granada tenemos a José Miranda y Jesús Jimenez continuador de la escuela barroca granadina de su abuelo Rada, y Jerez con Pedro Ramírez Pazos, un maestro cada vez más destacado en la realización de esculturas para el Belén.

En la actualidad, la tradición de instalar belenes, se encuentra, afortunadamente aún más extendida y son cientos los conjuntos que se exhiben en iglesias, plazas, colegios, peñas, casas particulares. Las familias se lo transmiten de generación en generación y cada año enriquecen el pequeño patrimonio con alguna compra.

Estos días se pueden adquirir en los puestos de artesanía, montañas de corcho o escayola, palmeras, figuras de todo tipo, luces, ñoras, y un largo etcétera, que nos siguen sobrecogiendo, porque gracias al belén, fundamental manifestación de nuestro arte popular, cientos de figuras y animales que buscan la estética barroca, hebraica o el más moderno diseño, tienen por encima de todo un valor inviolable, el sentimiento religioso, el carisma de su significación: El Nacimiento de Jesús.



En esta página encontrareís información sobre los belenes como la historia del belén contada anteriormente, las escenas más representativas del belén, técnicas de construcción, y figuras para comprar.